El café es una de las bebidas más conocidas y preparadas en el mundo, sin embargo, no todos la preparan correctamente. Es por esto que te invito a conocer cuatro aspectos fundamentales sobre la teoría de espresso: Dosis, Ratio, Molienda, Temperatura, que te permitirán obtener el mejor café en casa, así como descubrir otros datos interesantes sobre el tema, a continuación.
¿En qué consiste un espresso?
Espresso es el nombre que obtiene el método para hacer café, es decir, cuando una pequeña cantidad de agua es forzada a través de café finamente molido, bajo una intensa presión en muy poco tiempo, obteniendo como resultado, una bebida corta.
Esta bebida intensa de unos 30 a 60 mililitros, con mucho cuerpo, un gran sabor y aromas increíbles, son las características que la transforman en una de las bebidas más complejas, conocidas, amadas y consumidas en el mundo.
Cabe destacar, que la primera máquina de espresso se creó en Italia en 1844 por Ángelo Moriondo, pero no fue sino hasta 1901 donde el brillante Luigi Bezzara, la convirtió en el tipo de máquina que conocemos y utilizamos hoy en día, siendo fundamental para la elaboración de una taza de café.
¿Cómo preparar un buen espresso?
Básicamente, como todas las buenas recetas, lo más importante son los ingredientes que se emplean para elaborarla, por lo que para preparar un buen espresso necesitamos café de excelente calidad, como el que puedes conseguir en nuestra tienda online o las sucursales de Flat and White.
Además, también necesitamos agua de buena calidad, filtrada pero no destilada. Esto, debido a que los minerales ayudan a resaltar el sabor del café, pero sin que tenga muchos, ya que pueden dañar la máquina.
Una vez que tenemos cada uno de nuestros ingredientes a la mano, comienza la parte complicada ¿por dónde empiezo?.
¿Cuáles son las variantes que debes tener en cuenta durante la preparación de un espresso?
La dosis
Antes que nada, tenés que fijarte ¿cuál es la capacidad de la canasta del porta-filtro de tu máquina?, es por esto que deberás empezar por ahí.
Muchas máquinas hogareñas contienen como capacidad máxima 14 gramos de café, así que eso es lo que vas a tener que usar. En caso de que tengas, una máquina de alta gama vas a poder jugar un poco más con la dosis.
Como regla general podemos decir, que los cafés con un tueste más oscuro y los que son de menor altura suelen ser más fáciles de extraer, por lo que se recomienda una dosis más alta.
Por otro lado, los cafés con tueste más claros y de mayor altura, son más difíciles de extraer por lo que se recomienda empezar con una dosis baja. Por supuesto, esto es una guía y sirve para ver por dónde empezar a probar.
El Ratio
El Ratio es otra variable, la cual es la relación que tenemos entre la cantidad de café que colocamos, y la cantidad de producto final que obtenemos.
Como regla sabemos, el espresso tiene un ratio de 1:2, es decir, que por cada gramo de café vamos a obtener 2 gramos de producto final, o sea, el doble. Este es un buen punto de partida que debes tener en cuenta al iniciar la extracción.
Cuanto más producto final, por ejemplo, si colocamos 18 gramos de café en el portafiltro y obtenemos 50 gramos de espresso en taza, va a haber mayor extracción, ya que va a haber más tiempo de contacto entre el café y el agua y va a haber menos intensidad, que son los sólidos disueltos del café en el producto final.
Por otro lado, cuanto menos producto final, por ejemplo, si colocamos 18 gramos en la porta filtro y obtenemos 20 gramos en taza, va a ser más intenso, pero va a tener menos extracción.
Como guía, sabemos que los cafés con tueste claro y de gran altura van mejor con un producto final mayor, y los de tueste más oscuro, con menor altura van mejor con un producto final menor.
La molienda
La tercera variable es la molienda, la cual va de la mano con el tiempo. Cuando cambiamos la molienda, vamos a obtener una intensidad y extracción diferente con la misma cantidad de producto final.
Una molienda más fina, nos puede dar una intensidad y extracción más alta con un tiempo más largo. En otro sentido, una molienda más gruesa nos va a dar una intensidad y extracción baja con un tiempo más corto. El tiempo nos va a indicar cuánto va a tardar en alcanzar ese producto final.

La Temperatura del agua
La cuarta variable es la temperatura del agua, cuanto más alta sea la temperatura, vamos a obtener una intensidad y extracción mayor.
Para los cafés con tueste claro se recomienda una temperatura más alta para ayudar a desarrollarlo, alrededor de los 95 grados. Por otro lado, para los cafés con tueste oscuro, se recomienda una temperatura menor para no sobre extraerlo, alrededor de los 90 grados.
Cada una de estas variables tienen que estar acompañadas de nuestras papilas gustativas, las cuales permitirán determinar la calidad y punto en que deseamos nuestro producto final.
En la actualidad, existen varios dispositivos conocidos como refractómetro, los cuales permiten medir la cantidad de sólidos disueltos de café que hay en el producto final, pudiendo encontrar con facilidad la extracción correcta. Sin embargo, estos dispositivos suelen ser muy costosos y se puede lograr sin tener uno, solo con nuestro paladar.
Para esto, solo es necesario entrenar y probar diariamente distintos resultados del producto, pudiendo distinguir todos los cambios que debemos hacer para lograr un buen espresso, sin tener instrumentos complejos o costosos.
En conclusión, la teoría de espresso permite conocer y comprender cada uno de los aspectos que debemos manejar antes de empezar una extracción. Te invito a contactarme para ofrecerte mayor información sobre el tema o simplemente, para responder tus dudas y puedas obtener el mejor café espresso de tu vida.
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